Una Placa de fricción del embrague, también conocida como disco de embrague o placa de embrague, es un componente clave del sistema de embrague de un vehículo. Está ubicado entre el volante del motor y la placa de presión de la transmisión. La Placa de fricción del embrague está diseñada para enganchar y desenganchar el embrague, lo que permite la transferencia de potencia del motor a la transmisión.
La Placa de fricción del embrague consta de varias capas de material de fricción, típicamente hechas de un material compuesto que incluye fibras orgánicas, tales como celulosa o aramida, junto con cargas y aglutinantes. Estos materiales se eligen por su capacidad para proporcionar resistencia a la fricción y soportar el calor y el desgaste asociados con el funcionamiento del embrague.
El material de fricción en la placa de fricción del embrague se intercala entre dos placas de metal, conocidas como revestimientos del embrague o revestimientos del embrague. Estas placas de metal proporcionan soporte estructural y ayudan a distribuir la presión de manera uniforme a través del material de fricción.
El diseño y la calidad de la placa de fricción del embrague influyen en gran medida en el rendimiento y la durabilidad del sistema de embrague. Factores como el tipo de material de fricción, el número de capas de material de fricción y la construcción general de la placa de fricción del embrague pueden afectar su capacidad para manejar el poder, soportar el calor, y proporcionar un compromiso suave.